Se ha escrito mucho sobre la vocación pero es mucho más grande el grupo de hombres y mujeres que a lo largo de la historia han dado un sí generoso y verdadero a la llamada de Dios. Después de aquellos grandes ejemplos de Vocación que nos presenta el Nuevo Testamento, como María y su entrega generosa; Pablo y su seguimiento radical, también posteriormente muchos han seguido las huellas de la santidad de vida.
Partimos de la llamada como un don gratuito de Dios al hombre, un don incomparable, es la vida que todos hemos recibido. Luego Dios nos va haciendo descubrir un nuevo camino. Se trata de aquel camino en el que es necesario emprender un ejercicio de discernimiento, es decir, el distinguir, el escuchar bien de donde viene esa voz que nos llama y hacia donde quiere que nos movamos.
Hace unos días escuchaba un programa de radio, pero no lograba escuchar con claridad otras emisoras provocaban interferencias, además de otros ruidos, (no era la Radio Nahuala, para los bromistas jeje). Para deber de escuchar tenía que mover la antena para un lado y para el otro. Una vez estaba la antena en su lugar, en el lugar de la señal, allí sí puede escuchar perfectamente.
Esto mismo sucede con la llamada de Dios. Dios nos llama, se dirige a nosotros, pero al mismo tiempo existen otras llamadas, otros ruidos que no nos dejan escuchar esa llamada. Cada persona que experimente la llamada de Dios tiene la tarea de ponerse en camino y de descubrir el proyecto de Dios. Discernir la vocación es anteponer el proyecto de Dios a todos los proyectos personales y dejar que sea Él quien los dirija.
Aunque podemos encontrar malos ejemplos y que puedan ser conocidos por todos, también en el silencio encontramos personas entregadas a su vocación, prestado un servicio sin ser anunciado en los periódicos. Ellos son los que mantienen viva la luz de la fe, esperanza y caridad y con su testimonio promueven más vocaciones para la Iglesia, este es el caso de nuestro hermano Pablo David Castañón Laparra, un joven que todos conocemos, alguien en el que podemos encontrar además de un joven que le encanta y sabe jugar bien al futbol, un joven que aunque no lo demuestre le gusta la salsa y el merengue y la baila con mucha alegria, alguien que canta con el corazón, desafinado! Pero con el corazón, alguien que llora como un niño cuando siente dolor, pero alguien capaz de hacer del dolor una lección de vida para todos los demás, alguien bromista, alguien activo y muy entregado a su fe y al compromiso con los demás.
Pablo es uno de los mejores estudiantes de teología de nuestra parroquia, su perseverancia y ejemplo son envidiables, es el coordinador de todos nosotros, nuestro guía, nuestro dirigente, Nadie quiere que se vaya de la Pastoral Juvenil, pero hoy el Señor lo ha llamado y quiere tomar sus dones para convertirlos en semillas de su reino.
Pablo inicio su proceso vocacional en el 2008 por que tiene todas sus motivaciones fundadas en Jesús el buen pastor, confía plenamente en El y esta dispuesto a dejar su propia libertad para amarle mas y seguirlo, Pablo asisitio a los encuentros vocacionales del seminario Mayor de la Asuncion en nuestra capital y hoy ha dicho que si, al compromiso que Dios hoy le da.
Hay muchos de nosotros que no entendemos todavía ese “si” que el Señor nos pide y es que no basta con decir sí y nada más. Decir sí implica un compromiso, primero consigo mismo, con la Iglesia y con Dios. Primero consigo mismo porque se trata de responder con libertad, con la Iglesia porque a ella se pretende servir y con Dios porque Él es el fin último del hombre y el origen de toda vocación.
Son muchos los que, hoy en día, tienen miedo de adquirir compromisos que duren. Quizá, por eso, cuesta responder cuando es Dios mismo el que nos llama a entregar toda una vida, por entero y para siempre por el Reino desde la vida consagrada o sacerdotal. El compromiso serio cuesta. A nadie le molesta ser radical solo por un día. Pero cuando se trata de más tiempo, allí sí lo pensamos dos veces.
Tal vez tú mismo tendrás la experiencia de haber descubierto algo que Dios te pedía y te has preguntado ¿Aguantaré así toda mi vida? Aparece, entonces, el agobio y se opta por seguir viviendo como siempre. A todos nos gustaría ser ejemplo de solidaridad, de entrega, de amor. Pero nos cuesta darnos por entero y Nos gustaría exigirnos algo más. Y, sin embargo, nos resulta difícil dar el primer paso, lanzarnos, “salir de nuestra tierra”, hoy Pablito nos esta dando el ejemplo, dejar a su padre y madre, dejar a sus hermanas y hermanos, a sus amigos y amigas, a los jóvenes de Pastoral Juvenil, para decir con mucha fuerza “HEME AQUÍ SEÑOR!!”
Pablo: Dios confía en tu persona y te ha llamado y paciente, espera que tu compromiso de frutos, Jesús también te ha llamado y te ha invitado a poner tu mano en el arado y tu con tu firme decisión lo has tomado y no has mirado hacia atrás, pues…
…mirar atrás es no responder cuando Dios nos llama.
…mirar atrás es ser buena persona ante algunos, pero no ante todos.
…mirar atrás es no querer dar más de lo que podemos.
…mirar atrás es pensar que Jesús no me puede hacer feliz.
…mirar atrás es contentarme con vivir mi vida desde lo mínimo.
…mirar atrás es abandonar cosas fundamentales para nuestra fe.
…mirar atrás es no confiar el la llamada de Dios.
Nos encomendamos en las manos de Jesús Buen Pastor, el dueño de la mies. Pedimos que se encienda en los jóvenes “la chispa divina de la vocación” tal y como lo hizo con uno de los nuestros. A María, Madre de las vocaciones, pedimos su intercesión para que como ella podamos decir siempre sí y para que cubra con su manto de amor la vocación sacerdotal de nuestro amigo, nuestro futuro sacerdote! PABLO CASTAÑON!!!
Hoy la pastoral Juvenil de Malacatán, la parroquia Santa Lucia y la Diócesis de san marcos así como todos aquellos que queremos un mundo mejor estamos felices! Estamos de fiesta! Pues Pablo ha dicho que si al llamado que le hacen del Seminario Mayor de la Asunción, y si al proyecto de vida que Dios le propone.
FELICIDADES PABLO!!!!! TE QUEREMOS MUCHO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario