Quiero comenzar este artículo recordando las palabras que el Santo Padre Juan Pablo II dirigió a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto (Canadá):
“Como apóstoles del tercer milenio, os corresponde a vosotros conservar y mantener viva la conciencia de la presencia de Jesucristo, nuestro Salvador, de modo especial en la celebración de la Eucaristía, memorial de su muerte redentora y de su gloriosa resurrección. Debéis mantener vivo el recuerdo de las palabras de vida que pronunció, de las espléndidas obras de misericordia y de bondad que realizó.”
Es una misión preciosa para nosotros, ser la “memoria viva del Señor”. Solo quien está lleno de amor por Jesucristo podrá hacerlo presente en medio de una sociedad secularizada que pretende hacerlo desaparecer de la escena pública.
Mantener ese recuerdo, es hacer de Cristo el centro de la vida, hacer que esa memoria salga del corazón como aquel que ama y no puede olvidarse del Amado. Es necesaria una intimidad personal con Cristo, un trato cercano, un conocimiento de “tú a Tú” con el Corazón siempre joven de Cristo presente en la Eucaristía.
El Papa Juan Pablo II siguió diciendo a los jóvenes en ese mismo discurso:
“Para qué habéis venido desde todas las partes del mundo? Para decir juntos a Cristo: "Señor, ¿a quién iremos?" (Jn 6, 68). ¿Quién, quién tiene palabras de vida eterna? Jesús, el amigo íntimo de cada joven, tiene palabras de vida.”
El corazón de cada joven está sediento de vida, de un amor que no se termine, que no se acabe. En medio de tantas “palabras de muerte y de confusión”, Cristo tiene Palabras de vida eterna, su misma Persona es la Vida eterna.
Por eso mismo, somo los llamados a propagar nuestra fe hasta donde las circunstancias extremas nos dejen. En Malacatán hay muchos y muchas sedientos y hambrientos de fe y de amor y a ellos hay acudir.
Por eso mismo la Eucaristía se nos presenta como oportunidad perfecta para enseñarle a los jóvenes el camino, la verdad y la vida.
Este sábado 25 de Septiembre desde las 18:30 en la parroquia Santa Lucia tendremos una misa Juvenil Especial para celebrar así al Dios de la vida.. Al Dios de los Jóvenes, aquel Dios que ama tanto a la juventud.. que Mando a su hijo para que tubiéramos vida! (Jn 3,16)
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